Una onza de prevención ahorra mucho dinero

Los sistemas de iluminación y climatización son responsables de más del 55% de la energía consumida en un edificio comercial típico, según datos de la Administración de Información de Energía de EE. UU. Además, el costo de reparar o reemplazar estos sistemas realmente puede aumentar. Un programa de mantenimiento preventivo sólido es la mejor manera de mantener el equipo funcionando al máximo rendimiento y mantener bajos los costos de energía.

Iluminación

Además de reducir los costos operativos, centrarse en el mantenimiento puede aumentar la productividad al garantizar una iluminación adecuada. Las estrategias para aumentar la eficiencia del sistema de iluminación incluyen:

•Limpie los accesorios, las lámparas y los lentes cada seis a 12 meses.
•Vuelva a pintar las habitaciones pequeñas cada año y las habitaciones más grandes cada dos o tres años. La suciedad se acumula en las superficies, lo que reduce la cantidad de luz que reflejan.
•Reemplace las lámparas en grupos. Las lámparas alimentadas por balastos magnéticos pueden perder hasta un 30% de la salida de luz a lo largo de su vida útil. Reemplazar todas las lámparas de un sistema de iluminación al mismo tiempo, en lugar de reemplazar las lámparas individuales a medida que se queman, ahorra mano de obra, mantiene altos los niveles de luz y evita estresar los balastos.
•Asegúrese de que las lámparas y los accesorios sean compatibles. La instalación de nuevos accesorios con lámparas nuevas aumenta la eficiencia energética y la vida útil.
•Pruebe los niveles de luz periódicamente para asegurarse de que satisfacen las necesidades del espacio y las tareas que se realizan. La Sociedad de Ingeniería de Iluminación proporciona recomendaciones sobre el nivel de luz.

Sistemas HVAC

El mantenimiento preventivo de rutina mejora la eficiencia del equipo y ayuda a mantener a los ocupantes del edificio cómodos y productivos. Las inspecciones, la limpieza y las pruebas son elementos esenciales de un programa exitoso:

•Contrate a un profesional calificado para limpiar e inspeccionar el equipo del sistema HVAC al menos una vez al año.
•Revise y repare fugas alrededor de sellos, válvulas, juntas de tuberías e instrumentación.
•Inspeccione los medidores y otros instrumentos con regularidad para asegurarse de que estén en línea con las políticas de mantenimiento del edificio o las recomendaciones de los fabricantes.
•Asegúrese de que todos los amortiguadores y varillajes estén conectados y se abran y cierren según lo previsto.
•Limpie las bobinas de transferencia de calor y reemplace los filtros según sea necesario.
•Inspeccione los motores y verifique que las correas estén apretadas.
•Asegúrese de que el sistema de enfriamiento esté cargado con el tipo y la cantidad correctos de refrigerante.
•Limpie y recalibre los sensores de aire mezclado y de suministro de aire para asegurarse de que coincidan con los programas de ocupación y las condiciones del edificio.

El mantenimiento preventivo es más que una simple lista de verificación de elementos. El liderazgo, la formación y la documentación son necesarios para unir todo y garantizar la mejora continua.